¡Hola Personitas!
Hoy es 1ero de enero del 2016, ¡qué rápido se nos fue! y como no podía ser de otra manera, empecé mi día viendo Atelier, así que aquí les comparto lo que fue el segundo capítulo.
Mayu o Mayuko (su nombre completo) se queda a cargo de la tienda por unas horas; ya que la encargada tiene algunas cosas por hacer. Mayu piensa que finalmente ha llegado su gran oportunidad sin embargo la encargada le explica que no debería tener problemas, dado que para ese día no había citas pactadas.
Pasan las horas y Mayu se encuentra sumergida en un total aburrimiento, pues no hay nada por hacer, cuando de pronto una clienta se presenta. En seguida Mayu se dispone a tratarla como ha visto que lo hacen la Presidenta Nan y la encargada días atrás a otras personas.
La clienta le dice que es la primera vez que viene y que solo quería probarse lo que había, pero Mayu le explica que ahí hacen solo diseños a pedido por lo que lo que se muestra es solo de exhibición, y que para poder hacerle un modelo, necesita tomar sus medidas - dicho sea de paso un día antes y por coincidencia la encargada le había enseñado cual es la forma correcta de tomar las medidas - y que le platique sobre en que actividad usaría la lencería, así podrían hacerle un diseño adecuado.
Una vez tiene todos los datos Mayu le entrega el presupuesto y la clienta acepta, encantada Mayu le comenta a todo el equipo que logró realizar una venta.
Por la noche llama a su amiga y pese a que no le contesta, le deja un mensaje contándole los sucesos del día. Y explicándole que solo necesita a alguien que le deje medir el busto para poder seguir practicando.
Justo en ese instante ve a una muchacha que observa un restaurante, es claro que no tiene para comer y se muere de hambre. Mayu le ofrece comida y la lleva al taller donde le pide que a cambio le deje medir su busto a fin de poder practicar. A la muchacha le causa curiosidad, pero acepta.
Al día siguiente Mayu recibe una llamada de la clienta a la cual atendió, y para su desdicha la clienta le comunica que quiere cancelar el pedido, sin dar mayor razón.
Acongojada, Mayu le da la noticia a la presidenta Nan, la cual la reprende pues alega que si la clienta cancelo fue porque ella, Mayu, no supo tratarla como se merecía.
Esa noche Mayu y su amiga se encuentran y terminan tomando en un bar, ambas han tenido problemas en el trabajo con algún cliente. En el caso de su amiga, cometió un error con el vestido de novia de una clienta, pero como Mayu le explica, el error es mejor que el de ella, porque mientras su amiga pensaba en su clienta, ella no lo hacía.
Al día siguiente Mayu busca la manera de hablar con la clienta, para poder convencerla de regresar, y trás una búsqueda minuciosa logra encontrarla y traerla a la tienda. Allí la Presidenta Nan y la encargada la reciben, y la presidenta la reconoce, pues se trataba de una mujer que siempre observaba los diseños en el aparador, pero nunca se atrevía a entrar.
Ella finalmente le explica que es un ama de casa que no tiene el dinero para adquirir un producto tan lujoso, y que por ello cancelo el pedido. La Presidenta Nan le dice que le permita volver a atenderla; y ella sin entender acepta.
Al finalizar la atención y cuando la Presidenta le presenta el presupuesto, la Sra. descubre que el costo es menos de la mitad de lo que usualmente cuesta, pero aún así no puede pagarlo. Por lo que Nan le propone que pague en 17 cuotas, que no la va a perseguir y cuando pueda que se acerque a pagarlo.
Ella acepta y antes de irse le dice, que si un ama de casa como ella pudiera adquirir esos productos, entonces seguro recuperaría la confianza.
La presidenta Nan hace ella misma el brasier, detalle que sorprende a Mayu y a la encargada y después de entregarlo y ver el rostro de la clienta y su hija, llama a uno de sus colaboradores y le pedí que la ponga en contacto con un hombre que días atrás vino a presentarle un proyecto para hacer una línea económica y en masa.
El colaborador le pregunta el motivo, y ella le responde: porque quiero.
Horas más tarde Mayu ingresa a darle su acostumbrado café y le pregunta porque ella misma hizo el pedido, a lo que Nan responde: porque aquella mujer me hizo recordar algo. Mayu intenta saber que, pero Nan no le dice.
Después de ello se ve a Nan recordando su niñez, donde aparentemente su papá hacía seda.
Pasan las horas y Mayu se encuentra sumergida en un total aburrimiento, pues no hay nada por hacer, cuando de pronto una clienta se presenta. En seguida Mayu se dispone a tratarla como ha visto que lo hacen la Presidenta Nan y la encargada días atrás a otras personas.
La clienta le dice que es la primera vez que viene y que solo quería probarse lo que había, pero Mayu le explica que ahí hacen solo diseños a pedido por lo que lo que se muestra es solo de exhibición, y que para poder hacerle un modelo, necesita tomar sus medidas - dicho sea de paso un día antes y por coincidencia la encargada le había enseñado cual es la forma correcta de tomar las medidas - y que le platique sobre en que actividad usaría la lencería, así podrían hacerle un diseño adecuado.
Una vez tiene todos los datos Mayu le entrega el presupuesto y la clienta acepta, encantada Mayu le comenta a todo el equipo que logró realizar una venta.
Por la noche llama a su amiga y pese a que no le contesta, le deja un mensaje contándole los sucesos del día. Y explicándole que solo necesita a alguien que le deje medir el busto para poder seguir practicando.
Justo en ese instante ve a una muchacha que observa un restaurante, es claro que no tiene para comer y se muere de hambre. Mayu le ofrece comida y la lleva al taller donde le pide que a cambio le deje medir su busto a fin de poder practicar. A la muchacha le causa curiosidad, pero acepta.
Al día siguiente Mayu recibe una llamada de la clienta a la cual atendió, y para su desdicha la clienta le comunica que quiere cancelar el pedido, sin dar mayor razón.
Acongojada, Mayu le da la noticia a la presidenta Nan, la cual la reprende pues alega que si la clienta cancelo fue porque ella, Mayu, no supo tratarla como se merecía.
Esa noche Mayu y su amiga se encuentran y terminan tomando en un bar, ambas han tenido problemas en el trabajo con algún cliente. En el caso de su amiga, cometió un error con el vestido de novia de una clienta, pero como Mayu le explica, el error es mejor que el de ella, porque mientras su amiga pensaba en su clienta, ella no lo hacía.
Al día siguiente Mayu busca la manera de hablar con la clienta, para poder convencerla de regresar, y trás una búsqueda minuciosa logra encontrarla y traerla a la tienda. Allí la Presidenta Nan y la encargada la reciben, y la presidenta la reconoce, pues se trataba de una mujer que siempre observaba los diseños en el aparador, pero nunca se atrevía a entrar.
Ella finalmente le explica que es un ama de casa que no tiene el dinero para adquirir un producto tan lujoso, y que por ello cancelo el pedido. La Presidenta Nan le dice que le permita volver a atenderla; y ella sin entender acepta.
Al finalizar la atención y cuando la Presidenta le presenta el presupuesto, la Sra. descubre que el costo es menos de la mitad de lo que usualmente cuesta, pero aún así no puede pagarlo. Por lo que Nan le propone que pague en 17 cuotas, que no la va a perseguir y cuando pueda que se acerque a pagarlo.
Ella acepta y antes de irse le dice, que si un ama de casa como ella pudiera adquirir esos productos, entonces seguro recuperaría la confianza.
La presidenta Nan hace ella misma el brasier, detalle que sorprende a Mayu y a la encargada y después de entregarlo y ver el rostro de la clienta y su hija, llama a uno de sus colaboradores y le pedí que la ponga en contacto con un hombre que días atrás vino a presentarle un proyecto para hacer una línea económica y en masa.
El colaborador le pregunta el motivo, y ella le responde: porque quiero.
Horas más tarde Mayu ingresa a darle su acostumbrado café y le pregunta porque ella misma hizo el pedido, a lo que Nan responde: porque aquella mujer me hizo recordar algo. Mayu intenta saber que, pero Nan no le dice.
Después de ello se ve a Nan recordando su niñez, donde aparentemente su papá hacía seda.
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