Soy una persona que no puede estar "quieta", siempre debe estar creando, investigando, encargándose de algo... Y más de una vez me ha pasado de que por tener ese "chip" de responsabilidad absoluta, termino cargándome con el trabajo de los demás. Que puedo decir... no me gusta quedar mal con nadie, ¡ni con mis cuentas!
Lo sé, no es sano.
Pero algo he aprendido, y es que pese a la mucha mala vibra que puedas recibir, no debes dejar que te afecte. ¡Ojo! no he dicho que abandones todo u rehuyas a las personas... al contrario, enfrenta la situación con responsabilidad, pero una vez cruces la puerta de aquello que te causo el mal estar, lo olvides.
Es como dicen, ¡no lleves trabajo a casa! los problemas deben quedarse en su lugar de origen, porque si los cargas contigo, créeme cuando digo que te irá mal, no solo te afecta a ti, si no a tu familia, amigos, entorno.
Entonces toma aire, y recuerda que no debes dejar que te afecte, nada malo vale tanto como para que vivas pensando en ello a cada segundo. Y después de todo, como quién dice, ¿de qué te preocupas? si todo tiene solución, claro... menos la muerte.
¡Qué tengan toda la buena vibra del mundo!
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