Desde que tengo uso de razón, recuerdo haberme aterrado por los cambios... el inicial.... la primaria... el inicio del año escolar... la mudanza... nuevo colegio... una hermana... la secundaria... ¡la universidad! Cada ciclo me asustaba más que el anterior.
Y lo peor a veces, es cuando le preguntas al resto: "esto... ¿y crees que me irá bien?" o si les dices algo como "tengo miedo..." casi siempre te responden: "todo cambio es bueno" y uno como qué piensa: "lo sé... pero eso no quita ¡que tenga miedo!"
Lo cierto es que si algo he aprendido a lo largo de la vida - me siento una abuelita - es que siempre, siempre, ¡siempre! (en mi caso por lo menos) vas a sentir miedo. Porque empezar algo no es sencillo, porque ese pequeño hecho cambiara tu ritmo de vida, afectara a quiénes de rodean y por mucho que tal vez, no lo inicies solo (a), al final eres tú en frente de ello.
Tus acciones determinaran tu futuro, y con las decisiones que tomes, tendrás que vivir. No digo que sean malas... pero siempre tienen consecuencias, ya sean positivas o negativas y deberás asumirlas.
El caso es mis queridos (as) lectores (as) que el miedo es inevitable, pero si no se arriesgan, si no se atreven, si no lo intentan... ¡asustense más! por que no somos árboles para quedarnos quietos de por vida, sin intentar nada, sin experimentar cosas que nos permitan crecer y formarnos como personas.
Cambiar, mis querido amigos... asusta... pero si no cambias, entonces, algo estas haciendo mal.
Lo que nos diferencia a cada uno de los demás, lo que nos hace especiales y únicos, es el modo en que enfrentemos a la vida, la manera como enfrentemos nuestros miedos y nos atrevamos a cambiar a crecer ¡a evolucionar!
Cambiar asusta... los cambios asustan... empezar algo nuevo aterra.... pero si no cambias... algo estas haciendo mal.
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